sábado, 8 de octubre de 2011

1.. 2.. 3.. Mudanza!

¡Buenas tardes amigos/as!

Han pasado ya más de dos semanas desde que aterrizamos en Bristol y han pasado muchas cosas, sin duda, la más importante es que ya tenemos hogar bristoliano!!
Vimos dos casas más tras la primera visita a la casa de Southville (semi-vieja o semi-nueva es cuestión de gustos...) compartida con madres ajenas, el gato y un bonito huerto... 
Primero, vino la casita en Montpelier que valía un pico, pico que se me clavó como una estaca cuando escuché el precio, que aún siendo más bonita y bohemia que la anterior, la cuesta que había que subir para llegar era de castigo y además había que amueblarla casi por completo, descartada. Y por fín nos salió la visita, la tercera y final.

Manuel nos llamó y quedamos sobre las 16h, nos recogió en el coche ambientado con la música clásica que tanto le relaja y fuimos sin mucho convencimiento al que sería nuestro nuevo hogar.

Al entrar, flipamos con el impresionante desorden del salón, la suciedad, y el desdén por la higiene del que era su inquilino entonces (el cerdo de Ben a partir de ahora)..
Aún así la casa tenía potencial y sobretodo lo que nos hizo decidirnos fue aparte de la buena zona, nuestro landlord, David, un señor grandullón, arquitecto jubilado, muy amable y simpático con nosotros. 
David nos ofreció lo más importante cuando empiezas en una ciudad y no tienes trabajo: flexibilidad de pagos, buen precio (70 pounds por semana/persona con todas las bills (facturas) y las tax (impuestos) incluidos.) Una ganga. Nos lo quedamos. Fuimos a por la fianza y le pagamos.

Pero aún contentos quedaba algo importante, el cerdito de Ben se llevaba parte importante de la casa como el frigo, la cama entre otras cositas... había que ir a negociar con él antes de su marcha para comprarle sus pertenencias.

Pensábamos que Manuel vendría con nosotros a ampararnos ante tal aventura dialéctica en inglés... pero no lo hizo, Manuel prefirió dejarnos crecer solos, confiaba en que saldríamos airosos de aquello y gracias a David, el mejor landlord (casero) de Bristol, fue así.

Nuestro casero, nos ayudó y ¡mucho! hizo hasta de intérprete con su escueto español (aprendido en Murcia donde tiene una casa) y peleó para que no nos desplumara ese tipo...
Pero no sólo hizo eso, nos llevó en coche a ver tiendas de segunda mano (el mercado de segunda mano en UK está a la orden del día) y al ver que no eran muy baratas las camas, decidió que lo mejor era ir a su casa (él vive al lado de nuestra casa), invitarnos a un té y charlar, mientras, su primorosa mujer Jane buscaba a través de la página web Gumtree, camas económicas para nosotros, y la encontró, por 20 libras. David, llamó a un amigo para pedirle su furgoneta y trasladarla a nuestra casa, marcharon Fran y David y yo me quedé con Jane.
Esa señora es dulce, atenta y agradable, me invitó a varios tés, a comer pasteles mexicanos y me ayudó a buscar trabajo y clases gratuitas de inglés, mientras yo, con mi limitado inglés, me esforzaba en mantener una conversación fluida.
Volvieron tras 2 horas fuera Fran y el landlord, subieron por las inclinadas escaleras una cama tamaño king, el hombre hizo un esfuerzo enorme pero subió todo hasta la habitación.

Hecha la mudanza, Jane nos regaló tres cajas del té de Harrods que habíamos bebido con ellos y nos indicó que el domingo nos darían las llaves de nuestro nuevo hogar..
La hospitalidad de los británicos no puede ser discutida en ningún caso, David y Jane son el ejemplo.
Espero que os haya gustado ¡hasta pronto!

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