viernes, 23 de septiembre de 2011

La aventurita ha comenzado ya!! Toma 2 Aterrizando...


...Y al fin llegó. El suelo bristoliano pintado en luces de color oro se mostraba a nuestros pies... pensamos: -"la ciudad es más grande de lo que creíamos"- era cierto, Bristol es una ciudad importante, tiene más de medio millón de habitantes.
Bajamos del avión por primera vez en nuestra vida por la escalerilla (estilo selección española, nuestros monarcas, Zp y demás personalidades) pero dudo que ellos sintieran la hostia helada que nos abofeteó la cara y el cuello nada más salir...
Llovía, hacía frío, las escaleras eran inestables y pensabámos en que nos la íbamos a pegar antes de llegar...
Recogimos nuestras maletas, hubo suerte, estaban todas y sanas (por otra parte... cómo no van a estar sanas ¡con dos kg de precinto!)
Buscamos a los chicos de Bristol Matters, no sabíamos quién o quiénes nos recogerían y sólo habíamos hablado con Luis.
Manuel, el otro  dueño de la agencia, un chico amable de Valladolid y Nan una chica inglesa y encantadora que trabaja para ellos, fueron los encargados de recogernos a todos... digo todos porque no éramos los únicos que debían recoger, Rafa y Cristina, una pareja muy maja de Valladolid también estaban en el mismo punto que nosotros.
Charlamos en inglés con Nan en el aeropuerto, charlamos en inglés en el coche, pues ella nos llevaba al alojamiento temporal que ahora mismo es nuestra casa y nos sentimos orgullosos de nuestra primera toma de contacto.
Aparcamos los coches, salimos con nuestras mastodontemaletas, Manuel y Nan nos ayudaron a sacarlas del maletero, nos despedimos de Nan hasta el jueves y Manuel nos acompañó a casa.
La casa está al ladito del puerto, cosa que me encantó por la añoranza que sentía del clima húmedo de Barcelona, y al lado de la casa hay un restaurante español llamado "El Puerto".
Abrimos la puerta y nos encontramos con la traca final del día, millones de escaleras que debíamos subir con las maletas a cuestas ¡¡¡yuhu!!! justo lo que más deseábamos tras el día que llevábamos a cuestas...
Nos enseñaron la casa, conocimos a Rocío de Sevilla y Tamara, de Madrid; dos chicas que comparten habitación, que no se conocían de nada el martes y que ahora se han hecho muy colegas en poco tiempo. Son muy alegres y están buscando como nosotros piso y trabajo.
Nos fuimos a dormir cansados pero satisfechos de nuestros primeros instantes en la ciudad...

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